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WhereIsMyName: la realidad detrás del movimiento que ha sacudido el mundo

Con la colaboración de Laleh Osmany


Ante el problema con el que conviven las mujeres afganas a diario por la prohibición de usar su nombre en público, el día 5 de julio de 2017, Laleh Osmany fundó el movimiento #WhereIsMyName, con el objetivo de denunciar dicha- silenciosa- realidad.


Fotografía: Laleh Osmany


El principio del fin


Una mujer afgana, cuyo nombre- evidentemente- se desconoce, no se encontraba bien y decidió ir al médico sin consultárselo a su marido. Al volver a casa, este reparo en que la receta que portaba su mujer, llevaba su nombre. Decide por ello pegarle y violarla. Es solo uno de los miles de casos que se suceden cada día en Afganistán; solo una pequeña parte de la realidad a la que se enfrentan actualmente las mujeres afganas.


En Afganistán, las mujeres no tienen nombre. Cuando un bebé nace en el país, adoptará- en función de su sexo de nacimiento- un nombre propio o por el contrario, el de la familia. Si nace una mujer, el certificado de nacimiento contendrá el nombre de su padre, para que ninguna persona puedan saber de su existencia. Un anonimato que le acompañará hasta la tumba, puesto que en Afganistán, ni las lápidas ni las partidas de defunción se escriben con nombres de mujeres, sino de los padres y esposos de estas. Una realidad que bebe de la sociedad patriarcal y tradicional que prevalece en el país. Bajo el pensamiento generalizado de que la mujer es inservible e irrelevante.


En Afganistán, está permitida la violencia doméstica si una mujer revela su nombre a una persona desconocida. Se considera falta de honor y humillación a su marido.


Un hastag para cambiar las cosas


Bajo la premisa de cambiar las situación de las mujeres en Afganistán, nace el hastag #WhereIsMyName. Un movimiento para que las mujeres alcen la voz, para decir que tienen nombre propio.


«Las mujeres afganas ya no pueden ser conocidas por su propia edad y usar su nombre en lugraes públicos. Siempre se les conoce como la hermana, la mujer, la esposa y la hija o madre de un hombre. Ellos dicen que no es prudente sacar los nombres de la mujeres de la casa»- afirma Laleh Osmany, fundadora del movimiento.


El movimiento, ha llenado los últimos meses las redes sociales de imágenes y mensajes en favor de la libertad. El objetivo es lograr la independencia de las mujeres. Lograr que dejen de ser «la hija de…» o «la esposa de…» para comenzar a ser ellas mismas, sin que por ello se cuestione su integridad e imagen.

El hastag no solo ha sido defendido por mujeres. Han sido muchos hombres afganos los que han publicado en sus redes los nombres de sus esposas para unirse a la causa y contribuir así a la ansiada liberación.

Fotografía: Laleh Osmany


El movimiento, nacido el 5 de Julio de 2017, tiene cada vez más fuerza. A pesar de sufrir trabas (amenazas, insultos y hasta golpes) desde el primer momento de su creación, el equipo no ha parado de caminar, reivindicar y cantar a la libertad.

Tras años de lucha, muchas mujeres, continúan renegando de su identificación porque consideran que el nombre no es relevante para su vida cotidiana, y que, por encima de todo, siempre deben satisfacer al hombre que se encuentre a su lado, ya sea su padre o marido.



Fotografía: Laleh Osmany


Según la BBC, fuentes cercanas al presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, habría ordenado a la Autoridad Central de Registro Civil (Accra) estudiar la posibilidad de enmendar la Ley de Registro de Población del país para que las mujeres puedan utilizar su nombre en el documento de identidad y certificados de sus hijos.

El país avanza lentamente respecto a las mujeres. Tras la caída de los talibanes en 2001, algunos aspectos de la vida afgana se han modificado. Pocas mujeres pueden ser educadas con consentimiento de su padre o su marido. Pocas mujeres pueden meterse en el cuerpo de policía después del fallecimiento de sus esposos. Según National Geographic, de 100.000 agentes, solo 700 son mujeres. La gran mayoría de ellas tampoco tienen acceso a la sanidad, educación ni a los recursos financieros. Esa es la realidad de las mujeres en Afganistán. La realidad que pretende transformar el hastag WhereIsMyName.

Fotografía: Laleh Osmany



Fotografía: Laleh Osmany


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