top of page

El resurgir del conflicto en Nagorno Karabaj

Desde hace ya más de 26 años Armenia y Azerbaiyán luchan por el control de esta zona estratégica para los intereses económicos del Cáucaso. Un conflicto con actores internacionales de toda talla implicados y que ya se ha llevado por delante la vida de 300 soldados provocando el desplazamiento de la mitad de la población de la zona.


Por Javier Luengo Moya


(Pixabay)


Armenia y Azerbaiyán lo tienen claro: quieren la victoria. ¿Dónde? En la región de Nagorno Karabaj, una pequeña porción de territorio al sur del Cáucaso que ha sido, desde hace ya casi tres décadas, la razón de conflicto entre estos dos países.


La tensión en esta región separatista, reconocida internacionalmente por apenas un grupo de Estados minúsculos, y que las grandes potencias otorgan a Azerbaiyán se ha recrudecido en las últimas semanas dejando en apenas quince días bastante más de un centenar de fallecidos.


Con una población mayoritaria de origen armenio que, desde algo más de un siglo se resiste al control azerbaiyano, Nagorno Karabaj se declaró independiente en 1991 y conformó un gobierno autónomo, solo reconocido por los armenios, y se rebautizó bajo el nombre de la República de Artsakh.


A comienzos del mes de octubre la región volvía a ser protagonista en pequeñas piezas informativas radiofónicas y televisivas por el recrudecimiento del conflicto después de que Armenia anunciara la declaración de ley marcial, es decir, movilizaba a sus tropas y pedía a los civiles que buscasen un refugio lo antes posible ante el estallido de un conflicto armado con Azerbaiyán.


¿La excusa? Desde Armenia las autoridades señalaron que esta era la respuesta ante, dicen, el inicio de una operación militar azerbaiyana dentro de Nargono Karabaj. Una acusación que el país vecino desoyó e incluso tuvo que salir a desmentir. Azerbaiyán justificó que las incursiones eran consecuencia de bombardeos armenios en la región.


(Achemish)


Los orígenes del conflicto


El conflicto en Nagorno Karabaj es otra de las muchas consecuencias de la disolución de la Unión Soviética. Como ya hemos dicho, el conflicto tomó forma en 1911- mismo año del colapso del bloque comunista-. Sin embargo, los enfrentamientos entre Armenia y Azerbaiyán ya se estaban sucediendo desde comienzos de la década de los 90 del siglo XX.

En esencia el conflicto no pasa de ser más que una lucha fratricida a nivel regional entre dos países vecinos. Otra de tantas que se dan a lo largo y ancho del planeta. Con todo y con ello, el caso de Nagorno Karabaj es especial y es que en este caso Rusia y Turquía, con cierto apoyo observador de la Unión Europea, han tomado cartas en el asunto.

Las intenciones de Turquía son claras. Apoya al gobierno azerí con quien lleva colaborando décadas en el desarrollo de un nuevo plan de construcción de plantas energéticas en la región con el objetivo de conseguir la independencia del gas ruso.


¿Qué pinta Rusia en todo esto?

El papel de Moscú se reduce al halo imperialista y anhelos de la gran URSS que todavía hoy están tan presentes en la política de la zona. No obstante, Rusia apoya a los dos bandos, pese a que su relación y vínculo histórico con Armenia sea más fuerte.


La única intención de Rusia podríamos decir que es mantener a estas dos pequeñas repúblicas como Estado dependientes de la gran «tierra madre».


¿Y la Unión Europea?

El rol que viste Bruselas en este conflicto, como en tantos otros asuntos de política internacional se reduce al de observador. La Unión Europea no lleva bien intervenir en asuntos que son ajenos y de consecuencias inciertas.


Por ello, y porque para la UE la región del Cáucaso no deja de ser una zona marginal desde su perspectiva, Bruselas tiene muy complicado ser el gran aliado en una posible mediación que permita tender puentes de entendimiento democráticos entre sendos territorios.


Entonces, ¿quién puede mediar en el conflicto? Los expertos hablan de Georgia, país vecino y con grandes vínculos sociales y culturales tanto hacia Armenia como para con Azerbaiyán, como la gran llave de la solución al enfrentamiento armado. De hecho, Tiflis se ha ofrecido en numerosas ocasiones a mediar.


Pero de buenas intenciones están llenos los cementerios y la iniciativa georgiana parece condenada al fracaso porque, como reconocen ambas partes, así como Rusia y Turquía, Georgia no es lo «suficientemente fuerte» como para asumir ese papel.

¿Qué tiene que decir Irán?


El caso de Irán es muy particular. Es una de las grandes potencias que limita con el Cáucaso. Está más cerca de Armenia que de Azerbaiyán, enemigo manifiesto de Teherán a raíz de los múltiples acuerdos que los azeríes tienen firmados con Israel para la venta de armas.


Irán vive el conflicto desde la tranquilidad del observador, pero con la inquietud de un vecino cuya frontera puede llegar a desestabilizarse en los próximos meses si no toma cartas en el asunto.


¿Por qué nos interesa el conflicto?


Además de por cuestiones humanitarias y de solidaridad, el conflicto de Nagorno Karabaj suscita una gran preocupación en la comunidad internacional por distintos motivos. Algunos de ellos ya los hemos desgranado a lo largo de este artículo, pero el principal interés que tienen el conjunto de potencias mundiales en este pequeño territorio entre Armenia y Azerbaiyán es que esta escalada de violencia no vaya a más, es decir, que no suceda como en 1914 cuando un pequeño conflicto europeo desembocó en la Primera Guerra Mundial.


Turquía ya ha declarado su apoyo incondicional a Azerbaiyán, mientras que históricamente Rusia siempre ha estado más cerca de Armenia, aunque sus vínculos con las élites azerbaiyanas han aumentado en los últimos años.


En términos económicos, el Cáucaso meridional es una de las principales arterias para el tráfico de gas y petróleo desde Azerbaiyán hasta Turquía, Europa, y el resto de mercados mundiales. Azerbaiyán se encarga de abastecer cerca del 5 % de la demanda de gas y petróleo del viejo continente, lo que hace en este mercado un asunto de capital importancia para Bruselas ya que ayuda a reducir la dependencia de la Unión Europea de Rusia, tan en jaque en estos últimos meses a raíz de los múltiples enfrentamientos políticos y económicos entre Putin y el conjunto de líderes europeos.



bottom of page